Soy un cuadro olvidado




Soy un cuadro mal pintado, cuyo autor empezó a crear y lo dejó olvidado. Soy una idea que no tiene forma. Soy un retrato que necesita ser acabado, para poder ser expuesto u olvidado en un rincón, pero teniendo la certeza de que mi forma está completa. Mi creador me empezó a pintar, pues creía en mí. Pasaba el tiempo mientras sus manos trabajaban, pero cuando más me miraba menos le gustaba, no conseguía plasmar lo que quería y cada vez me alejaba más de la forma deseada. Yo intentaba cualquier cosa para llamar su atención. Por las noches cuando me dejaba en un rincón yo me movía sigilosamente buscando un lugar donde la luz me reflejara nuevos colores que atrajeran su atención. No lo conseguía. Veía como poco a poco me dejaba de lado y comenzaba otros cuadros, en los cuales plasmaba toda su pasión. Yo mientras tanto en mi rincón veía la escena con tristeza, pensando que si no me movía de allí un día se fijaría en mí. Esto no sucedía y el polvo se acumulaba sobre mis esquinas, sobre mis trazos de pintura y la tristeza me envolvía, haciendo que los colores vivos que tenía en un principio se fueran apagando. Una mañana se acercó y pensé que por fin estaba en su mente, más equivocado no podía estar pues se aproximaba con pinceles en la mano con colores diferentes a los míos, entonces me di cuenta, iba a utilizarme para pintar otro cuadro. Quería huir, pero no podía, algo tenía que hacer para que no me tocara, para no quedar olvidado bajo la forma de otra pintura. Un ruido llamó su atención y me dejé caer al suelo duro y frío de la habitación. Hice un gran estruendo y uno de mis lados se rompió lo cual me salvo ya no era un cuadro útil. Me recogió del suelo me miro y le di asco pues si mi forma ya no le gustaba además estaba roto. Con un gesto me llevo a la habitación de los cuadros no acabados y mal pintados y allí me dejo olvidado en la oscuridad de aquel lugar. Desde la penumbra que me envuelve sigo deseando que algún día se acuerde de mí, que piense que yo fui su creación. 

Soy un cuadro mal pintado, cuyo autor olvido en un rincón.






Con este relato intente expresar lo solo y olvidado, que puede sentirse alguien, cuando es arrinconado y abandonado por la persona que ama.

Espero que os guste espero vuestros comentarios. Un saludo

10 Comentarios

  1. Que inspirador el mensaje de transfondo. Muy bueno.

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  2. Un relato que me deja un poco triste. Un cuadro aunque no te guste como te está quedando, hay que intentar poder darle la vuelta y resolverlo. Un abrazo

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  3. Cierto, el problema es cuando te recuerdan para ser retocado. Un saludo

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  4. Juegas con el mito de la creación que cobra vida o la desea. Tocas, además, el tema psicoanalítico universal que indaga en la necesidad de la criatura, y por extensión, en este caso, de la "creatura", de ser aceptada, mirada y tomada en cuenta por su creador, o por su padre. Todo parece tener que ver también con esa necesidad de quienes tenemos aficiones artísticas y creativas de crear una obra que nos realice y nos trascienda. A mí me ha gustado tu relato, Carlos.

    Un abrazo!

    Fer

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  5. Es un texto muy bueno, sin duda. Memorable!

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  6. Hola, Carlos. Es la primera vez que llego a tu blog y me quedé atrapado en el relato. Muchas veces le pasa a mis cuentos lo que a este cuadro. Similitudes que tienen dos vertientes de la cultura que comparten las complejidades de la Estética. Muy buen relato.
    Ariel

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  7. Este es tu nuevo blog? El anterior no funciona?
    Yo lo consulto muchas veces...
    Buen relato! Una seductora alegoría de las relaciones paterno-filiales.
    A continuar con ánimo.
    Un abrazo

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