Algún
día llegara, mas tarde o más temprano, eso espero, encontrar
alguien que no me grite, que no me haga sentirme como un inútil, que
valore lo que hago o por lo menos que lo finja. Necesito pensar que
no seré una estatua que esta ahí para decorar, que ve la vida pasar
sin sonrisas, sin alegrías, solo el sol como único compañero, que
calienta su piedra sucia y vieja. Durante años he querido ser libre,
un alma que vuela y transmite libertad, pero no lo consigo. Siempre
he querido agradar y eso es un gran defecto, pues no eres tu el que
se presenta, sino una pantomima sin vida, alguien que piensa que a
todo el mundo le cae bien pero del cual todos hablan cuándo ya no
está. Siempre he pensado que era un tipo simpático, incluso
gracioso que a la gente caía bien, que gran error él mío. Cada vez
lo veo más claro, que por mucho que me esfuerce, por mucho que me
crea, siempre la gente murmura. Me doy cuenta, que mi personalidad se
pierde entre las sombras, ya no sé quién soy, ni hasta donde quiero
llegar, ha llegado un momento que no me encuentro ni cuando me miro
al espejo.
Ando
sin rumbo, perdido entre la gente que camina a mi alrededor, al final
siempre acabo en el mismo lugar. Todos los días voy al parque y me
siento viendo a la gente pasar, pensando si algún día me encontrara
y dejaré ser una simple estatua sin más, pues cuando uno es una
estatua blanca y fría, ve lo que hasta entonces se ocultaba baja las
sombras de los hipócritas que ve pasar.
4 Comentarios
Un saludo a ti. pero solo es un relato que paso hace tiempo, pero estoy totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarHola Carlos,,,,
ResponderEliminarAlguien que escribe lindo con tanta transparencia, suempre serà alguien
afortunado no importa el tiempo , los momentos wue haya que sobrevivir.
Eres alguien peculiar lleno de sensibilidad, esperanza y amor.
Gracias , me encanto tu escrito...texti y contexto espectaculare...!
No ser una estatua es un gran trabajo querido Carlos. Ser alguien para pocos, o para muchos, es un objetivo que depende más de las circunstancias que de nosotros mismos.
ResponderEliminarMe interesa tu mirada aunque no percibo del todo tu voz, tu estilo, tu nota verdadera.
Gran abrazo.
a todos nos gusta encajar, sentirnos reconocidos, saber que le importamos a los demás... Porque sólo siendo conscientes de nosotros mismos uno no llega a ser feliz, «necesitamos» a los demás para eso, o acabaríamos dudando de nuestra propia existencia! Buen relato amigo
ResponderEliminar