Rítmica Roja




Canalizas por senderos
y viertes en corrientes,
perturbando al más fuerte
incapaz de parar tu ritmo
que se pierde en mi cuerpo,
siendo la vida y la muerte.

Siempre girando,
nunca parando,
vertida por el asesino,
que corta tu ritmo,
haciéndote fluir
fuera de tu destino.

Nunca pares,
amada roja,
y dile al corazón que te bombea
cuando pases a su lado,
que eres mi vida
y que él es el ritmo de mis penas.

No salgas de mi cuerpo,
no dejes que te viertan,
pues hay hombres en este mundo
que quieren que no cumplas tu destino.

Fluye por mi ser,
camina por mi cuerpo,
hasta que llegue mi día,
y no dejemos al hombre cruel
adelantar esa fecha.

Pero si algún día,
eres vertida
dejando tu ritmo rojo,
por favor, riega la tierra bajo mi cuerpo,
y que de esta salga,
una hermosa flor roja,
que recuerde al hombre
cuya vida me ha quitado,
que de mi muerte,
nace la vida.


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