Rafael Alberti ( 1902-1999 )
Desahucio
Ángeles malos o buenos,
que no sé,
te arrojaron en mi alma.
Sola,
sin muebles y sin alcobas,
deshabitada.
De rondón, el viento hiere
las paredes,
las más finas, vítreas láminas.
Humedad.Cadenas. Gritos.
Ráfagas.
Te pregunto :
¿ cuándo abandonas la casa,
dime,
que ángeles malos, crueles,
quieren de nuevo alquilarla?
Dímelo.
La Paloma
Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era agua.
Creyó que el mar era el cielo
que la noche la mañana.
Que las estrellas rocío,
que el calor la nevada.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón tu casa.
( Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama. )
El ángel bueno
Vino el que yo quería
el que yo llamaba.
No aquel que barre cielos sin defensas,
luceros sin cabañas,
lunas sin patria,
nieves.
Nieves de esas caídas de una mano,
un nombre,
un sueño,
una frente.
No aquel que a sus cabellos
ató la muerte.
El que yo quería.
Sin arañar los aires,
sin herir hojas ni mover cristales.
Aquel que a sus cabellos
ató el silencio.
Para sin lastimarme,
cavar una ribera de luz dulce en mi pecho
y hacerme el alma navegable.
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